jueves, 13 de octubre de 2011

El ejercicio, una vez a la semana, aumenta un 40% la supervivencia




Cualquier día de la semana muchos grupos de personas mayores se reúnen para pasear o jugar a la petanca en algún parque. Si usted tiene algún familiar en esta situación y le parece que pierde el tiempo se equivoca. Esta forma de distracción, aunque los mayores no lo sepan, aumenta su esperanza de vida. Un estudio sueco ha demostrado que basta con que los individuos mayores de 65 años practiquen ocasionalmente una actividad física moderada para reducir un 40% el riesgo de mortalidad ligado, sobre todo, a enfermedades cardiovasculares.
Para llegar a esta conclusión, un equipo del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) hizo un seguimiento a 3.206 personas (1.792 mujeres y 1.414 hombres), con 65 años o más al comienzo del estudio, durante un periodo de unos 12 años, desde 1988-89 hasta 2000. Los investigadores observaron que aquellos que realizaban ejercicio, incluso de manera ocasional, tenían menos riesgo de fallecer que las personas inactivas.
Así, para los participantes que hacían alguna actividad física moderada, como caminar, una vez a la semana, el riesgo de mortalidad era un 43% más bajo que para los varones que no practicaban ningún ejercicio y un 41% más pequeño en el caso de las féminas. Los mismos porcentajes se apreciaron en las personas que realizaban ejercicios más intensos o de forma más frecuente.
"Probablemente, el ejercicio aumenta la supervivencia de los mayores porque reduce las posibilidades de que mueran por un ataque al corazón", explica Kristina Sundquist, una de las autoras del estudio, publicado en 'American Journal of Preventive Medicine'.
Tras estos resultados, Sundquist considera que sería bueno que "los centros para mayores ofrecieran a las personas que acuden la posibilidad de hacer bicicleta o de caminar, en lugar de otras actividades que no requieren movimiento". Además, la autora añade que "los médicos y los profesionales sanitarios deberían insistir más a los mayores para que realizaran ejercicio porque está demostrado que incrementa la supervivencia".
Factores de riesgo
La investigación también analizó los factores que aumentaban el riesgo de mortalidad entre estas personas. Como ya se suponía, el tabaco fue uno de los principales elementos responsables de acortar la vida de los mayores. De hecho, los participantes fumadores tenían un 50% más riesgo de morir durante los 12 años de seguimiento del estudio que los no fumadores.
La diabetes fue otro de los factores más perjudiciales, ya que las mujeres que la padecían tenían un 51% más posibilidades de fallecer comparadas con las féminas que no sufrían la enfermedad, mientras que el riesgo de mortalidad para los hombres diabéticos era un 101% más alto que para los varones sanos.
Por otra parte, la hipertensión estuvo asociada con un incremento del riesgo de mortalidad en los hombres, pero no así en las mujeres.
Durante la investigación fallecieron 925 mujeres y 881 hombres. Para ambos sexos, los índices más altos de mortalidad se dieron entre los participantes que llevaban una vida sedentaria y no practicaban ningún ejercicio. También entre los fumadores, los individuos con problemas de peso, tanto por exceso como por defecto, los diabéticos, los hipertensos y entre los que tenían un mal estado de salud general.

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