La expedición de Carlos
Soria ha amanecido con las tiendas cubiertas bajo una gran capa de nieve. Lo
peor: el Dhaulagiri -ya de por sí
una montaña peligrosa- está muy cargada. Y los 1.200 metros de cuerda
instalados sepultados bajo la nieve. Carlos Soria lo tiene claro: “Seguimos con
muchas ganas.”
La previsión del tiempo para
hoy y mañana era mala. Pero ninguno de los miembros de la expedición de Carlos
Soria se esperaba que el campamento amaneciera bajo una espesa capa de nieve.
Todas las tiendas prácticamente cubiertas y las dos tiendas grandes
(comedor y comunicaciones) hundidas hasta la mitad bajo el peso de la nieve.
Ayer, cuatro sherpas
intentaron llegar al campo 1, pero la gran cantidad de nieve caída hizo que
solo uno (Pasang Temba) lo alcanzara. El resto tuvieron que regresarse a mitad
de la ruta sin poder realizar el porteo previsto ni desenterrar las cuerdas
fijas. La situación del recorrido al campo 1 y en general de la montaña, con la
nieve caída esta noche, es con seguridad peor. Carlos Soria da por
perdidos los 1.200 metros de cuerda instalada hasta el momento y, sobre todo, se
muestra preocupado por el estado en que se puede encontrar esta montaña de por
sí normalmente peligrosa por el riesgo de avalanchas.
Esta es la visión de
Carlos Soria de la situación en que se encuentra la expedición:
“Llevamos aproximadamente 27
días de una de las expediciones más interesantes de mi vida y, sobre todo, con
más medios. No hemos tenido muy buena suerte. Al principio de estos 27 días,
durante la marcha de aproximación, sí tuvimos suerte porque solo nos llovía por
la tarde y noche. En cualquier caso, todos los días nos ha llovido menos hoy en
que ha empezado a nevar en el campo base. Se están poniendo las cosas muy
complicadas, verdaderamente muy difíciles. La montaña ya estaba muy cargada de
nieve y ahora esta nevada, que comenzó ayer y va a seguir hasta mañana, nos lo
va a poner casi imposible. No vamos a tirar la toalla ni mucho menos. Vamos
a apurarlo hasta el máximo. Pero ya habíamos puesto unos 1.200 metros de cuerda
fija y mucho material en el campo 1. La cuerda instalada no nos sirve para
nada, está ahora sepultada bajo un metro de nieve, no vamos a poder recuperarla
nunca. De todas formas podremos intentarlo de nuevo si el tiempo nos lo
permite. Pero ahora estamos un poco decepcionados. Es ya un “muro” demasiado grande.
No nos da tiempo ni a secar la ropa…. Pero, sobre todo, el Dhaulagiri, que es
una montaña normalmente complicada por las avalanchas, en estas circunstancias
se ha puesto complicadísima.
Además, ahora, para acercarse
al campo 1, hay que ir encordados porque las grietas no se ven, hay mucha nieve
encima… en fin se nos está poniendo muy complicado… A partir del lunes parece
que va a venir buen tiempo. A ver si es un buen tiempo duradero y volvemos a
intentarlo con todas la ilusión que teníamos el primer día. Seguimos teniendo las mismas ganas que al principio…”
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